miércoles, 16 de marzo de 2011

Relaciones Kármicas

En varios libros que he leído, viene el concepto de Karma, uno de los fundamentos del budismo. El karma no es un castigo esperándote por cada cosa que hagas, no es algo que decide nuestro futuro y destino, que nos envía pruebas y que controla nuestra vida, tampoco es una fuerza contra la que no podemos hacer nada. Tal no es el karma.

El karma es simplemente, nuestras acciones. Pasadas y presentes, lo que hemos hecho y hacemos.
Pero no es cualquier acción, debe de cumplir una condición muy importante, debe formar parte de un proceso volitivo. Algo que decidamos y/o queramos hacer. Las acciones involuntarias, no intencionadas o inconscientes no forman parte de nuestro karma.

En una frase: "Somos el resultado de lo que fuimos, así como seremos el resultado de lo que somos".
En pocas palabras, es la ley eterna de causa y efecto en la esfera ética.

Las relaciones kármicas, serían simplemente, relaciones en la cuales debemos de aprender algo, que forman parte de nuestro karma, nuestras acciones y que son casi inevitables.

Ahora falta ver... ¿qué es lo que aprendí de otra persona? ¿qué es lo que esa persona aprendió de mí?

¿Creo?
Sí.

¿Por qué?
Porque si no fuera así, la vida sería muy aburrida. ¿Nada que creer, nada que aprender? Nope, prefiero que tenga algo de significado. Si no, seriamos simplemente seres vivientes pululando entre otros seres vivientes. Desconectados unos de otros. Como un Wally, viendo al frente, desconectado, en medio de la multitud.

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