viernes, 18 de mayo de 2012

¿Lo mejor?

Que difícil es reunir el valor suficiente para hacer lo correcto.
Esas palabras salieron de mi boca por obligación, porque estoy casi convencida de que es lo mejor.
Casi.


Te extraño.

martes, 8 de mayo de 2012

Lechuga

Mírame nada más... 4:08 a.m.
Hurgando entre conversaciones de hace más de medio año. Intentando dilucidar qué fue lo que pasó. ¿En qué me equivoqué?
¿Cuál de todas esas Ivonnes que veo en las frases sin-sentido soy yo? ¿Dónde acaba la verdad? ¿Dónde empieza la actuación? ¿Dónde termina mi máscara y empieza mi cara?

Que mal que no te haya gustado mi cara. Creo que seguiré entonces con la máscara puesta.

Demonios, estoy loca. Estoy más loca que una lechuga. Y mira que las lechugas están MUY locas.

lunes, 7 de mayo de 2012

Gotitas...

Todo estaba bajo control.
O eso creía yo.

Creía tener mis emociones bajo control, creía que podría manejar la situación. Tenía el vaso hasta el borde de agua, pero lo tenía en un equilibrio lo suficientemente estable como para no derramar ni una sola gota.

O eso creía yo.

Pero, sin aviso alguno, hubo una pequeña sacudida. ¿De dónde vino? Mis propias manos temblaron. Fue un temblor que no pude controlar. Mis propias manos sacudieron mi adorado vaso.
Esperé un tono, dos tonos... Interrupción. Una voz amable diciéndome que no iba a alcanzar mi objetivo.

Veía con estupor como se sacudía mi vaso. Una gota se perfiló en la orilla, amenazante.
Cuando la primera gota, la desafiante, se atrevió a bajar por el vaso, las otras la siguieron.

Gotas, gotas por aquí y por allá.
Gotas pequeñas y grandotas.
Gotas que arden al contacto con la piel.
Gotas que no puedo detener.

No puedo ver más.

Decisión involuntaria

-"Se queda sola su Excelencia..."

Tú decides tu moral

¿Y qué pasa si no estás al nivel de la moral que tú mismo escogiste?

¿En qué te convierte eso?

jueves, 3 de mayo de 2012

Mayonesa

Y cuando viene el remolino de emociones no las puedo soportar.
Ansiedad, tristeza, alegría, odio, pasión, amor, miedo, inseguridad, asco, confianza, añoranza, melancolía...

¿Por qué no puedo lidiar con estas emociones que son tan mías? Las vi nacer, crecer... a algunas las he alimentado. Nadando entre el impulso y la coherencia, no puedo ver el final de todo este torrente.

No puedo soportarlas... quiero huir, recuperar mi autosuficiencia, mi entereza, mi tranquilidad.
Quiero alejarme de todos y de todo.