miércoles, 21 de mayo de 2014

Quiero verte crecer

Éstas palabras... o poema, más bien, es para una amiga, una hermana, quien acaba de enfrentar la pérdida de un ser muy querido. Sé que siempre mantienes la vista hacia adelante y la conciencia de la fragilidad de la vida como algo positivo. Te quiero y te admiro. Gracias por formar parte de mi frágil y efímera vida.



Si lloras por mí, ahí estaré.
Si ríes por mí, también ahí estaré.
Si luchas por mí, desde donde esté sonreiré;
Y si cuidas por mí, siempre te agradeceré.

Sólo tengo un deseo egoísta:
que cuando nos volvamos a encontrar,
cuando los astros hayan girado y la tierra siga su curso,
me recuerdes y te recuerde
y podamos seguir caminando juntos.

Mientras llega ese momento, ten paciencia y crece feliz.




lunes, 19 de mayo de 2014

Cuerpo

Justamente cuando empiezo a pensar que ya te estoy entendiendo, haces algo para confundirme.  Cuando creo que por fin estamos conectados, me doy cuenta del peor modo posible que todo fueron ilusiones mías.

¿Por qué no puedo entenderte? Yo sé que tú no tienes la culpa, tú solamente reaccionas. Reaccionas a lo que yo te doy, a lo que hago. Sin embargo, el malentendido de esta ocasión es más difícil de sobrellevar.

Sé que no eres el culpable de que yo llorara, y a pesar de este problema, te quiero. Y sigo manteniendo mi compromiso de cuidarte y respetarte. Sólo me siento impotente.

Sin embargo, gracias por la ilusión. Ha sido el mejor regalo que he recibido hasta el momento. Aunque al final haya sido una confusión, pensar que podría cumplir mi sueño de ser la promotora de una nueva vida fue extasiante.

Seguir cuidándote. Seguiré amándote y respetándote. Para que pueda llegar ese día en el que no sean falsas esperanzas, sino una realidad. El día en que pueda decir: "Por fin he entendido a mi cuerpo, y hemos hecho las paces. Ahora tenemos un objetivo en común".


jueves, 15 de mayo de 2014

Marte

"Nunca pensé llegar a amarte...
Y ya estamo a amiércole"


Me encantan los chistes simples. Me río como vaca loca... Y muy seguido mis amigos se me quedan viendo. O mis alumnos.

Mis alumnos, felices resolviendo su problemario.
 Por cierto, Feliz día del maestro a mí. Para festejarme, mis queridos alumnitos me mandaron unas fotos con sus reacciones al problemario que les encargué de tarea. Vaya que saben lo que me gusta.

El gozo de un trabajo bien hecho

domingo, 11 de mayo de 2014

A.G.



Foto de mi "despedida".

A.G., pronto va a nacer. Y estaré ahí para recibirla, como espero estar mucho tiempo. La amoa desde antes de que nazca. Y pensar en ella me da sosiego y felicidad. 


Son esas cosas, esos gustos y fuentes de felicidad, a las que volteo cuando me entristezco. Vale la pena formar una Ivonne mejor para ella. Vale la pena reformar el mundo para ella. 


Por favor

Basta. Basta, por favor.

¿Cuándo me van a perdonar?
¿Cuándo se convencerá que no soy una enfermedad contagiosa que tenga que evitar?

Todavía lloro y espero. Espero ese perdón, que no ha llegado hasta el momento. Y que cada vez veo más lejano. Es algo que me ata, es un peso muerto que voy cargando y me hace más difícil avanzar.


¡Ya, de una buena vez, PERDÓNAME!

jueves, 8 de mayo de 2014

Mas allá del cuarto

¡Feliz cumpleaños a mí!

Y ¿qué mejor manera de festejar mi cumpleaños que con fiebre, mocos, dolor de garganta, y de cabeza?

La fiebre y la enfermedad me hacen recordar que estoy viva. Que soy una luchadora que hace todo lo posible por disfrutar, cuidar su cuerpo y dar felicidad. Que soy perfectible, y por lo tanto puedo alegrarme, puesto que las fallas realzan el mérito de los logros.

Doy gracias a todos los que ya me felicitaron, y a los que posiblemente no lo harán, por el simple hecho de estar ahí. (Claro que es un plus si leen esto)

Especialmente doy gracias por todas las personas que me han acompañado y me han enseñado algo. Aún falta mucho camino, pero no me agüito. Yo sigo siempre hacia adelante. Y espero que ustedes también.

martes, 6 de mayo de 2014

Agresividad

Vivir con animales de compañía es muy ilustrativo y normalmente nos puede ayudar a darnos cuenta, si somos receptivos, de las conductas primarias, las que nosotros también tenemos por el simple hecho de ser animales humanos.

Por ejemplo, los gatos son muy transparentes. Ellos no agreden porque odien al otro, agreden simplemente porque tienen miedo. Siempre.

Yang
Tengo un gato (Griffin) al que atacan otros gatos cuando sale a pasear. Le han arrancado uñas, le quitan la comida, lo muerden... En fin, tiene vida de gato. Hace poco, adoptamos a unos gatitos cachorro, de los cuales sólo se quedó uno, al que decidimos llamar Yang. Yang tenía entonces como 5 semanas y era muchísimo mas pequeño que Griffin. Sin embargo, Griffin no dejaba que se le acercara ni tantito. Le maullaba, le gruñía o le soltaba el arañazo si Yang lo miraba o caminaba hacia él. Lo mismo pasaba con Yang, pero hacia nosotros. La primera vez que los agarramos a él y sus hermanos, corrieron como si los estuviéramos persiguiendo con un hacha. Cuando se vieron arrinconados, nos rugieron e incluso escupieron para evitarlo (por cierto, es divertido ver escupir a un gato, ja, ja, ja). Y así cada vez, hasta que se convenció de que no le íbamos a hacer daño (y ahora no me lo quito de encima).


Al ver esto, me fijé en los demás animales. Mi perro ataca bicicletas y carros porque les tiene pavor. Una gata preñada es especialmente agresiva por el miedo que tiene de que la vayan a atacar a ella o a su descendencia. No obstante, me he dado cuenta que los animales sólo son agresivos cuando creen que se pueden defender (vamos, que tienen alguna oportunidad y no que están paralizados por el miedo).

Los tres hermanitos. Yang es el de arriba
De ahí me pasé a otros animales: mis adorados y odiados humanos. Y no fue muy sorprendente darme cuenta que hacen lo mismo, aunque en diferentes proporciones, e incluso mediante actitudes veladas. Por ejemplo, yo me peleo con mi concubino y lo ataco cuando tengo miedo de que me esté dejando fuera de su vida (Perdón... Intentaré ya no hacerlo). Veo a amigos que tienen miedo de ser inferiores, de no triunfar, que atacan criticando y diciendo chismes... Las novias de otros amigos que se enojan cuando no pueden pasar tiempo con ellas (o prefieren pasar tiempo en una fiesta o actividad en la que ella no participe) porque temen que su pareja no quiera estar con ellas.

En fin, podría escribir muchas líneas más de ejemplos, pero ya se me cansaron los brazos.

Sólo me queda una reflexión: la próxima vez que sienta que arqueo mi espalda, tenso mis músculos, afilo mis garras y enseño los colmillos, intentaré pararme en seco y preguntarme: ¿a qué le tengo miedo? ¿es justificada mi reacción agresiva?

En caso de que sea justificada, creo que alguien va salir con varias mordidas, arañazos y golpes.
Pero no espero encontrarme fácilmente una de esas situaciones.