domingo, 1 de febrero de 2015

Paz

Iba yo por un camino,
cuando una voz de mujer
dijo detrás de mí: 

- ¿Me conoces? 

Me volví y le contesté:
- No recuerdo tu nombre.

Ella me dijo: 

 - Yo soy aquella Tristeza profunda 
que sufriste hace tiempo.

Sus ojos se parecían a la mañana
cuando el rocío está todavía en el aire.
Permanecí en silencio
y luego le contesté: 

- ¿Has perdido 
aquella carga inmensa de lágrimas?

Ella sonrió sin contestarme. 
Comprendí que sus lágrimas 
habían tenido tiempo de aprender
el lenguaje de las sonrisas.

Me recordó: 

- Una vez aseguraste que conservarías tu tristeza
para siempre.

Avergonzado, respondí:
- Es verdad, 
pero los años han pasado...

Después, con su mano entre las mías,
le dije: 

- Pero tú también
has cambiado.

Entonces, ella me contestó, serena:
- Debes saber que, 
lo que un día fue Tristeza,
es ahora Paz...

Rabindranath Tagore

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