martes, 17 de enero de 2012

El encantador de perros.

Este es un programa de televisión que me gusta mucho, quizá porque adoro a los animales y los perros simplemente me encantan. 
Para el que no lo sepa, en este programa siempre dicen que la clave para tener a un perro feliz es el ejercicio, la disciplina y el cariño. En ese orden. (¿O era primero la disciplina?... Total, el cariño/amor va en el último lugar). Entonces, cuando tienen el caso de un can que anda en malos pasos, lo primero que hace siempre (después de darse a conocer como el macho alfa) es sacarlo a pasear, especialmente si es una raza grande.

Creo que he entendido un poco de eso. 
Últimamente me dan ataques de tristeza que no viene al caso la razón, pero el punto es que prácticamente me incapacitan para poder percibir correctamente mi entorno, por lo cual hago muchas tonterías. Hace poco, específicamente dos días, me metí a clases de spinning. Ya me esperaba yo que tuviera un efecto extenuante, pero no lo que pasó inmediatamente después.
Todo lo que me ponía triste, pasó a segundo plano. De hecho me sentía muy bien, mis piernas no me soportaban y se doblaban, pero me sentía muy feliz. Las cosas "malas", de repente no lo eran tanto. ¡Estaba tan cansada que hasta mi nombre hubiera podido olvidar!
Y no pude evitar recordar a Cesar Millan y a su encantador de perros. Entendí porque los perros son mucho más dóciles después de hacer ejercicio. 

Creo que en vez de ir a psicoterapia seguiré extenuándome una hora diaria.
Una terapia muy al estilo canino, pero vaya que funciona.


Claro, para el día siguiente a la misma hora ya andaba de nuevo triste... pero lo bueno es que otra vez el ejercicio hizo maravillas.

Por eso... vamos a quitarnos todos nuestros demonios mentales con ejercicio!

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